EDUCAR DESDE LA IGUALDAD

EDUCAR DESDE LA IGUALDAD es una frase que está muy de moda pero que, por desgracia, muchas familias en sus hogares, todavía no «desarrollan«.

En los coles, institutos, universidades y en otros centros educativos, l@s docentes desempeñan una labor importantísima educando desde la igualdad. En todas las paredes de los centros aparecen carteles en los que se refleja la igualdad, hacen obras de teatro, trabajos, estudios, etc. En definitiva, intentan en el día a día de los estudiantes, concienciarlos de que el mundo está cambiando y es para todos igual, pero ¿y en casa? ¿realmente en casa hacemos lo mismo?

Si queremos que nuestros hijos vean igualdad en todo, debemos empezar desde casa. En casa deben ver que todo, y digo TODO se comparte entre hombres y mujeres.

Por desgracia, muchas veces somos nosotras las que no dejamos que lo hagan ellos (por si no lo hacen bien) y con esto recuerdo una conversación que tuve hace mucho tiempo con una antigua alumna que se iba a casar que me preguntó: «cómo lo haces para que en tu casa todo sea al 50%?» entonces le conté la anécdota de la ropa.

(Pero antes tengo que decirte que mi pareja fue educada, como la mayoría de los hombres, en casas donde la madre lo hacía todo. Pero cuando nos casamos acordamos que íbamos a ser un equipo y que los dos debíamos aprender a hacerlo todo)

Cuando puso su primera lavadora y tendió la ropa, puso las pinzas como pudo y cuando la recogió se dio cuenta de que sus camisas se habían quedado con el recuerdo de las pinzas en un lugar demasiado vistoso 🙂

Hubiera sido más fácil decirle cómo hacerlo, pero como no me lo preguntó, pensé que no debía hacerlo, así que fue de esa manera que se dio cuenta que las pinzas no debían ponerse de esa forma, y ya no lo hizo más.

Es una anécdota un poco tonta pero es que sé que en mi lugar otra le hubiera dicho cómo hacerlo (cosa que no le hubiera sentado bien a él) o peor aún, lo hubiera hecho ella para que no pasara eso. Ese es el gran problema de muchas mujeres. NO dejan hacer y por eso acaban ellas encargándose de demasiadas cosas.

Esta anécdota que sirvió para mi pareja sirve igual para l@s niñ@s.

A continuación te paso sencillos consejos que deberías seguir con tus hij@s para educar desde la igualdad dentro del hogar y, poco a poco, pero cada día:

EN LA HABITACIÓN:

  • No le hagas la cama cuando se levante. Que la haga él. Si no está bien, ya se dará cuenta, si no, no pasa nada si se vuelve a acostar con la cama sin hacer.
  • Que saque la ropa sucia de su habitación y la ponga en la cesta correspondiente. Si no lo hace y se acumula en la habitación, no pasa nada. Ya se dará cuenta cuando se vaya quedando sin ropa limpia.
  • Una vez a la semana (o cada 2, cuando acordéis), limpieza de habitación y/o escritorio. Déjale a él solo que la limpie y organice. Si no queda a tu gusto, no pasa nada. Quedará al suyo.
  • Cuando haya que hacer cambio de sábanas no lo hagas tú y no lo ayudes si no te lo pide. A lo mejor le pide ayuda a su padre, herman@ …
  • Cuando haya ropa que doblar, sobretodo la ropa interior que se va acumulando cuando has puesto varias lavadoras, déjala en un cubo y que la cojan y doblen ell@s, aunque sólo sea la suya.

EN LA COCINA:

  • Antes de sentarse a comer que ayude a poner la mesa.
  • Cuando acabe de comer que se quite su plato, su vaso y sus cubiertos y que lo ponga en la pila.
  • Que saque (o guarde) de la nevera alimentos que hayan utilizado (kétchup, mahonesa, leche, etc.)

EN EL BAÑO:

  • Que guarde todo aquello que haya sacado del armario para su aseo (secador, cepillo, etc.)
  • Cuando se vacíe la botella de champú o gel, que la tire al reciclaje.
  • Si la toalla está sucia que la cambie, seguro que sabe dónde las guardáis.
  • Si se acaba el papel higiénico, que abra el cajón y que reponga otro rollo.

Como ves, son pequeñas cosas que día a día les hacen darse cuenta de que:

  • la ropa sucia no orbita ella sola a la cesta.
  • la leche no viaja sola a la nevera.
  • su plato no se desintegra cuando acaba de comer.
  • la botella de gel vacía no vuela al contenedor amarillo.
  • el papel higiénico no lo trae el perro de Scottex.
  • su cama no es mágica y se hace después de levantarse ….

Con esto no estás demostrando ser una mala madre,  o una madre despreocupada, sino todo lo contrario. Le estás enseñando a que vea y valore todo con lo que se va a encontrar el día de mañana en cualquier hogar.

Y por último voy a terminar dándote un gran consejo:

NO IMPONGAS SIEMPRE, mejor ACONSEJA.

Sé que no es un camino fácil y habrá momentos en los que querrás abandonar, pero intenta no desanimarte y seguir adelante . Nadie dijo en ningún momento que educar fuera fácil.

Simplemente mira siempre el vaso medio lleno y nunca tires la toalla si sabes que vas por buen camino.

Espero tus comentarios. Ya sabes que con ellos ayudamos a otras madres en su día a día.

Hasta pronto

😉

 

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